Un tren de carretera (road train en inglés) es un camión diseñado para servir áreas remotas de Australia y desplazar cargas voluminosas de forma eficiente. Está formado por un chasis de camión relativamente convencional con cabina y motor, que arrastra una sucesión de tres o más remolques de carga, número que puede llegar con frecuencia a doce o más. Es extremadamente difícil de maniobrar y su uso de forma segura sólo es posible sobre carreteras muy rectas, de poco tránsito y terrenos planos, tales como los del Outback australiano. Al llegar a zonas urbanas los trenes de carretera se desarman y los remolques de carga son enganchados individualmente a camiones comunes. Se utilizan para transportar todo tipo de bienes. El transporte de ganado es lo más frecuente, pero también los combustibles. Lo económico de su utilización ha jugado un papel importante en el desarrollo de las regiones remotas por donde transitan. Adelantar a un tren de carretera no es tarea fácil, y en algunas carreteras de tierra o cubiertas de arena, una tarea prácticamente imposible. Hace falta paciencia, ayuda del conductor del tren de carretera y vías muy rectas. Generalmente los conductores utilizan las luces de cruce durante corto tiempo para indicar que se puede avanzar de forma segura, y los conductores de los automóviles, luego de pasar los trenes de carretera las usan en una dirección y luego en la otra para mostrar su agradecimiento. Los trenes de carretera a veces transitan por carreteras con un solo carril asfaltado, siendo necesario que los conductores que viajan en sentido opuesto salgan de la zona pavimentada para que puedan pasar. En 1999 la ciudad de Merredin, Australia Occidental, entró en el Libro Guinness de Récords al hacer transitar durante 8 km un tren con 45 unidades arrastradas y un total de 603 toneladas, que medía 610 metros, arrastrados por un camión Kenworth. En 2003, se mejoró el récord cerca de Mungindi, por un tren de carretera con 87 remolques y un sólo camión impulsándolos (el tren midió 1.235 metros de largo).